viernes, 20 de febrero de 2015

A la Academia Venezolana (ULA): la historia no los absolverá

Por: Joe Enrique Rivas Vivas


Universidad de los Andes, 
Profesores y Estudiantes que actuaron en la desestabilización política de la República Bolivariana de Venezuela

Desde la hermana República Argentina, que solidariamente a través del convenio de beca con la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho – Venezuela), donde se puede realizar estudios académicos y científicos, me ha permitido estrechar lazos de amistad con organizaciones populares latinoamericanas en la construcción de la patria grande, y gracias a la oportunidad que brinda la militancia de jóvenes camaradas organizados en el colectivo revolucionario “4F” bolivarianos y bolivarianas en el Sur, he podido generar el siguiente escrito.

En primera instancia ratifico la necesidad de seguir protegiendo y defendiendo la democracia participativa y protagónica que se gesta en la República Bolivariana de Venezuela, a través de su Constitución Nacional y continuar construyendo el desarrollo social bolivariano “Socialismo” introducido en el Plan de la Patria 2015-2019, legado de nuestro comandante eterno Hugo Chávez, con ideas plenas en debate de un estado democrático y fortalecer luchas ganadas con activa participación del pueblo soberano.

En este sentido, he tomado la decisión de expresar una reflexión por los últimos acontecimientos en Venezuela, en especial del Comunicado del Consejo Universitario de la Universidad de los Andes de fecha 26-01-2015, sobre los Derechos Humanos y el trato a los presos políticos. En este comunicado, al cual en conjunto con el colectivo 4 de febrero rechazamos, porque de manera intencional atenta contra la diversidad de pensamiento que hoy la sociedad latinoamericana exige.

Las discusiones sobre derechos humanos, concebidas en espacios burgueses, que en los últimos años han sido bandera para atacar al Estado venezolano, no admite a la vida, a la sociedad y a la política como un hecho con valor popular y lo llaman “populismo”, desplazando a todos aquellos que por años fueron olvidados, ultrajados y violentados por los estados dirigidos por la derecha internacional, que hoy por hoy se siguen reclamando en la Comisión Inter-americana de Derechos Humanos, de hechos reciente como Ayotzinapa en México y las históricas Masacre de Cantaura (1982), Masacre de Yumare (1986), Masacre del Amparo (1988) y el Caracazo con sus más de 5000 personas ejecutadas y exterminadas (1989), donde dicha institución universitaria quiere olvidar y hacer silencio.

Nuestra respuesta contundente al espíritu, razón y propósito que se mueve en algunos sectores universitarios, sobre todo, a los más altos órganos de las universidades públicas, como los son los Consejos Universitarios, al parecer, no son conscientes de que representan a un colectivo conformado por una pluralidad de ideas. De allí, que estén obligados ética y moralmente a sustentar sus opiniones en lo mejor de las corrientes de pensamiento universal, y no dejar bajo ninguna circunstancia, ser educadores y orientadores. Ya que resulta vergonzoso y de gran tragedia intelectual, la manera en que los consejos universitarios exponen su análisis y visión sobre los temas económicos, sociales y políticos de Venezuela, y sobre todo el tema de los derechos humanos.


Entender, que los derechos humanos, como todo cuanto es propio de las culturas y bienes de la naturaleza humana, por principios y leyes que rigen su existencia, tienden a evolucionar, sometidos por un constante y complejo proceso dialéctico; y que por imperativo de la propia dinámica de la sociedad, los derechos humanos no se inmovilizan, ni petrifican, sino que mutan, se transforman y potencian el surgimiento de otros derechos. Algunas derechos humanos existen, y todos ellos son imprescindibles, independientemente a la generación a la que pertenecen.

Por lo tanto, cuando estos consejos universitarios hacen valoración de un solo lado de la sociedad a la cual pertenece su clase social, ignoran la realidad y caen en un grave error, y si este deviene de profesionales que manifiestan constancia, sacrificio, disciplina, estudio, la situación se vuelve trágica, cual Comédie Humaine de Honoré de Balzac, dejan de ser académicos y científicos para convertirse en una mofa. Esto sólo nos hace pensar que suman puntos para que la historia no los absuelva.

Parcelar conocimientos, aplicar ideas que disyuntan, que no unen, eliminan a quien no razona como ellos, ignoran la relación pasado-presente-futuro, desconociendo buena parte de la variables y realidades de este mundo tan complejo, tan complejo como las universidades que se ufanan en dirigir.

Pues, no nos queda más que recordarles a ustedes que también son Estado, es decir, también son gobierno. Ustedes son tan responsables de los derechos humanos como los demás organismos del Estado. Ustedes forman parte del todo, aunque la realidad actual es que el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria va por un lado y ustedes por otro.

Porque creemos en la ética comunitaria y comunicativa, aceptamos sus críticas sanas y constructivas, en tal sentido, les recomendamos mirar y detallar la realidad interna de sus universidades a la que ustedes exprofeso pretenden desconocer.

Finalmente, ciudadanos y ciudadanas autoridades de las distintas casas de estudio del país, les recordamos que en la República Bolivariana de Venezuela, los tratados, pactos y convenciones relativos a los derechos humanos están consagrados en nuestra constitución, además de existir en la misma, el principio de presunción de inocencia. Al margen de los penosos comunicados, como el de la Universidad de los Andes, que han refrendado últimamente, salvo algunos decanos de facultades, les exhortamos a trabajar, junto al pueblo, por la paz y la justicia.

¡No a la violencia, Sí a la paz!

Colectivo 4 de Febrero
Venezuela-Argentina

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