La misión Operación Milagro funciona hace cinco años en la ciudad de Córdoba, desde entonces ya más de 46 mil argentinos fueron operados gratuitamente. El último desafío que se propuso fue la creación del Hospital Escuela “Dr. Ernesto Che Guevara”, que está actualmente en construcción y se proyecta como un establecimiento donde además de poder realizar las cirugías, se puedan formar profesionales con ésta visión de la salud, comprometida con las necesidades del pueblo. El proyecto se realiza con apoyo del gobierno cubano, pero espera de la colaboración de todos para que pueda finalizarse la construcción del mismo (para hacer donaciones www.operaciónmilagro.org.ar).
A la brigada la conformaron en su mayoría médicos de diversas nacionalidades egresados de la ELAM, Escuela Latinoamericana de Medicina, creada por iniciativa de Fidel Castro con la finalidad de formar gratuitamente a estudiantes de numerosos países, entre ellos, Estados Unidos. Por lo general provienen de estratos que difícilmente tendrían acceso a este tipo de formación, de manera que una vez graduados, vuelven a sus comunidades de origen a brindar este tipo de atención allí donde es necesaria. De manera que la solidaridad internacional que caracteriza al país caribeño se pudo ver plasmada en la calidad de los profesionales que conocí en este pequeño periplo. El equipo fue integrado también por un grupo de optometristas de la Universidad de La Plata, quienes garantizaron el envío de anteojos para las comunidades visitadas, este hecho hace una gran diferencia en la calidad de vida de muchos jujeños, quienes diariamente tienen que enfrentar los avatares cotidianos con una visión disminuída. Uno de los impedimentos para la alfabetización de estas personas, era de este tipo. Otras tareas en las que se trabajó fue la de la atención odontológica, atención medica general, pediátrica; hubo también un sondeo sobre la situación sanitaria de los habitantes humahuaqueños; se contó con talleres sobre salud, educación sexual; jornadas culturales y recreativas para los niños de la zona; y por supuesto se centró la labor en el pesquisaje de pacientes con cataratas y pterigium y de personas que no estuvieran alfabetizadas o que quisieran participar como facilitadores del programa “Yo Sí Puedo”. Los pesquisajes se hicieron casa por casa y hubo que trasladar varios equipos de trabajo a zonas remotas de difícil acceso, donde hubo testimonios de pobladores que no habían visto nunca un médico, o que hacía años que no se presentaba uno en la sala sanitaria del pueblo.
Así y todo, pese a las grandes carencias, la agrupación local, Juanita Moro, ya tiene una trayectoria de trabajo con ambos programas, más precisamente desde 2003, y es justo mencionar su arduo esfuerzo, ya que posibilitaron que los programas avancen en el resto del país.
Concretamente lo que se logró en esta jornada y media de intensa labor fue lo siguiente: se relevaron datos de 7300 habitantes del radio de Humahuaca más 7 comunidades. El resultado arrojó el total de 85 analfabetos puros, 101 analfabetos funcionales, se solidarizaron para participar del programa de alfabetización 85 facilitadores. Se hicieron 811 consultas oftalmológicas y quienes presentaron patología quirúrgica fueron 167 pacientes. En el área de odontología se hicieron talleres de salud bucal con entrega de kits de cepillado y hubo 105 revisaciones con toma de índice de caries. Todo esto fue posible gracias al nutrido equipo interdisciplinario que viajó treinta horas a Jujuy ,provenientes de distintos puntos del país, la participación de los pobladores jujeños y quienes están en constante trabajo con los programas fue asimismo numerosa; todos unificaron fuerzas en un trabajo conjunto que duró solo un día y medio. El esfuerzo fue mucho, la capacidad fue sobrepasada y lamentablemente hubo gente que tuvo que esperar hasta el otro día para que los médicos pudieran atender a todos los vecinos que se presentaron en las inmediaciones del lugar. Claramente las necesidades de estas comunidades son muchas, esto fue algo que quedó muy en claro en la Brigada, y la impotencia de no poder resolverlas a todas era un sentimiento compartido en el grupo. Es de destacar el trabajo codo a codo que hizo Aleida Guevara, demostrándonos que no sólo porta la herencia genética de ese gran soldado de Nuestra América, sino que batalla por mantener vivo el legado de su padre, como médico y como luchador, una herencia que mantiene viva no sólo desde el discurso, sino principalmente desde el trabajo.
Agradecemos a Claudia Camba, por habernos invitado a formar parte de este maravilloso grupo de trabajo, cada cual contaba con experiencias diversas, pero este equipo supo trabajar unido y respetando las diferencias. Fue conmovedor escuchar las historias de lucha y resistencia detrás de cada uno de los compañeros, luego de ese fin de semana, cada cual volvió a su pequeña gran trinchera desde la cual batallan diariamente para hacer posible ese mundo mejor con el que todos soñamos.
Laura Colque para Colectivo Cuatro de Febrero
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